Seguro que alguna vez has oído hablar de estos términos, sobre todo si eres deportista. En el post de hoy vamos a explicar cómo puede afectar tener un tipo de pisada u otro.
Para empezar todos somos pronadores y supinadores ya que son movimientos que tenemos que realizar de manera natural cuando andamos, el problema es cuando nuestro pie prona o supina demasiado.
Un pie pronador es aquel que cuando camina o está de pie, la parte interna del talón se inclina hacia dentro. La mayoría de personas tienen este tipo de pisada, sobre todo los corredores. Se trata de una adaptación al terreno que realiza el pie de manera inconsciente para evitar lesiones en el tobillo.
En el pie supinador, por el contrario, el talón se inclina hacia la parte más y además el apoyo lo va a realizar en todo el lateral externo del pie. Es algo menos común.
Para saber si somos pronadores o supinadores lo más aconsejable es realizarse un estudio biomecánico de la pisada. Con esto podremos descubrir en qué parte cargamos más.
Otra manera de saberlo es observando dónde hay un mayor desgaste en la suela del talón de mi calzado. Si está más desgastado por la parte interna del tacón el pie es pronador y si el desgaste es más pronunciado en la parte externa el pie es supinador.
Cuando el desgaste es homogéneo podemos decir que tenemos una pisada neutra, es decir un pie normal.
Las causas más frecuentes para un pie pronador son:
- Causas congénitas (hemos nacido así).
- Haber padecido una fractura en algún hueso de nuestro pie.
- Problemas en los ligamentos, lo que hará modificar nuestra pisada.
- Alteraciones posturales, tales como la escoliosis.
- Practicar de manera muy intensa ciertos deportes.
- Utilizar un calzado inadecuado.
Las lesiones más comunes que esto conlleva son:
- Dolor en el en el talón
- Fascitis plantar
- Acortamiento de la musculatura peronea
- Síndrome del túnel tarsiano
- Tendinitis del del Tendón de Aquiles
- Juanetes.
Las causas más frecuentes para un pie supinador son:
- Componente hereditario o genético.
- Existencia en el tobillo de una debilidad muscular de toda la musculatura de la pierna, el tobillo y el pie.
- Que los ligamentos del tobillo estén afectados, lo que suele provocar muchas lesiones en el tobillo.
Las principales lesiones que sufre un pie supinador son:
- Esguinces de tobillo
- Fracturas en los huesos de los pies
- Dolor en las espinillas
- Lesiones en las rodillas
- Fascitis plantar.
Para corregir ambos tipos de pie, lo más importante es modificar la pisada para tener un apoyo correcto. Por ello es imprescindible realizar un estudio de la pisada para poder hacer una plantilla totalmente personalizada.
Es importante recalcar que no sirven las plantillas estándar ya que no se ajustan a las necesidades específicas y pueden traernos otro tipo de problemas.
También puede ayudar combinar las plantillas con un tratamiento fisioterapéutico para relajar los músculos musculares que estén a cortados y potenciar no es que están debilitados.
Esperamos que esta información os sea de utilidad al menos para ser consciente de vuestro tipo de pisada y prevenir posibles lesiones.