Hoy desde el centro podológico Goitia de Bilbao abordamos el cuidado de los pies de nuestros mayores. Un cuidado adecuado en personas mayores es fundamental para mantener una buena calidad de vida, ya que con el paso del tiempo, nuestros pies se vuelven más susceptibles a diversas dolencias. En este artículo, abordaremos los problemas más comunes en los pies de las personas mayores y ofreceremos soluciones para mantenerlos saludables, con un enfoque en la comodidad y la prevención.
Principales Problemas Podológicos en Personas Mayores
Con el envejecimiento, los pies comienzan a experimentar una serie de cambios que pueden derivar en molestias o condiciones más graves. Estos son los problemas más frecuentes:
1. Dolor y Rigidez Articular
A medida que envejecemos, es común que las articulaciones de los pies se vuelvan más rígidas y dolorosas, lo que dificulta la movilidad y el caminar. Esto suele estar relacionado con afecciones como la artritis o el desgaste del cartílago articular. Al perder grasa plantar la pisada se hace dolorosa por eso lo que hacemos para añadir más confort es hacer una plantilla personalizada con un material especial que suavice la pisada y amortigüe el dolor
Solución:
- Uso de plantillas personalizada
- Realizar ejercicios de movilidad y estiramientos diariamente para mantener la flexibilidad.
- Consultar con un podólogo para una evaluación personalizada.
2. Sequedad y Grietas en los Pies
La sequedad excesiva de la piel es común en las personas mayores, lo que puede causar grietas, especialmente en los talones. Estas grietas no solo son incómodas, sino que también pueden generar infecciones.
Solución:
- Aplicar cremas hidratantes a diario, especialmente aquellas ricas en urea o aceites naturales.
- Evitar el uso de agua muy caliente al lavar los pies, ya que puede resecar más la piel.
- Consultar a un especialista si las grietas no mejoran, para prevenir infecciones.
3. Uñas Engrosadas y Uñas Encarnadas
Con la edad, las uñas tienden a volverse más gruesas y difíciles de cortar, lo que aumenta el riesgo de desarrollar uñas encarnadas. Además, el mal corte de las uñas puede provocar infecciones o dolor en los dedos.
Solución:
- Cortar las uñas de forma recta y no muy cortas para evitar que se claven en la piel.
- Utilizar tijeras de uñas adecuadas o acudir a un podólogo si no se pueden cortar de manera segura.
- En casos de uñas encarnadas persistentes, es necesario el tratamiento podológico.
4. Deformidades: Juanetes y Dedos en Garra
Las deformidades en los pies, como los juanetes o los dedos en garra, son comunes en las personas mayores y pueden generar molestias al caminar, limitando la movilidad.
Solución:
- Usar calzado ancho y cómodo, que no comprima los dedos.
- En algunos casos, los separadores de silicona o las férulas pueden ayudar a aliviar el dolor.
- Consultar a un podólogo para valorar la necesidad de tratamiento más avanzado, como fisioterapia o cirugía.
5. Problemas Circulatorios
Las personas mayores pueden presentar problemas de circulación en las extremidades inferiores, lo que puede provocar hinchazón en los pies y tobillos, sensación de frío o incluso varices. La mala circulación aumenta el riesgo de desarrollar úlceras o heridas que tardan en cicatrizar.
Solución:
- Realizar ejercicios suaves de movilidad y caminar con regularidad para estimular la circulación.
- Elevar los pies cuando se está en reposo para ayudar a reducir la hinchazón.
- Usar calcetines de compresión, recomendados por un especialista, para mejorar el flujo sanguíneo.
Consejos para el Cuidado Diario de los Pies en la Tercera Edad
Aquí algunos consejos prácticos para mantener los pies saludables en las personas mayores:
- Revisión diaria de los pies: Es importante inspeccionar los pies todos los días en busca de ampollas, heridas, grietas o cambios de color, especialmente en personas con diabetes o problemas circulatorios.
- Higiene adecuada: Lavar los pies diariamente con agua tibia y secarlos bien, especialmente entre los dedos, para evitar la acumulación de humedad que pueda derivar en infecciones.
- Uso de calzado adecuado: El calzado debe ser cómodo, con buena sujeción y permitir que los dedos se muevan libremente. Evitar zapatos con tacones altos o muy ajustados que puedan generar presión en los pies.
- Hidratación constante: Aplicar crema hidratante en los pies cada noche para evitar sequedad, pero evitar el área entre los dedos para prevenir hongos.
- Visitas regulares al podólogo: Es esencial realizar una revisión podológica periódica para tratar a tiempo cualquier problema que pueda surgir y recibir recomendaciones personalizadas.
¿Cuándo Consultar a un Podólogo?
Si las personas mayores presentan alguno de los siguientes síntomas, es importante consultar a un podólogo lo antes posible:
- Dolor persistente en los pies o tobillos.
- Aparición de heridas o úlceras que no cicatrizan.
- Deformidades que impiden caminar con normalidad.
- Infecciones visibles en las uñas o la piel de los pies.
Un cuidado adecuado de los pies en la tercera edad no solo mejora la calidad de vida, sino que también ayuda a prevenir problemas más graves que pueden afectar la movilidad y la salud en general.
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