Es normal que aparezca sudor tras hacer algún esfuerzo, actividad física o si se está en un ambiente caluroso. También es frecuente en situaciones de nervios o estrés. Pero cuando el sudor está presente durante todo el día en manos pies y cara sin ningún tipo de detonante entonces puede ser hiperhidrosis.
La sudoración excesiva puede deberse a una hiperhidrosis u otra enfermedad más grave por lo que hay que acudir en busca de ayuda profesional ante las siguientes alertas:
- Si el sudor interfiere todas las acciones de tu vida.
- Si dejas de hacer planes debido al sudor.
- Si de un día para otro se comienza a sudar excesivamente sin causa que lo justifique.
- Si ocurre por la noche sin motivo aparente.
Actualmente existen tres tratamientos que varían según la gravedad del caso.
– Antitranspirantes:
Productos cuya composición es a base de sales metálicas como el aluminio que se puede aplicar tanto en axilas como pies, pero nunca en la cara. Se recomienda solo usar algunos días de la semana.
– Iontoforesis:
Es un tratamiento adecuado para las manos y la planta de los pies ya que consiste en introducir ambas partes en cubetas con agua conectadas con una corriente eléctrica. Se consigue una mejor regulación del sudor, pero es un tratamiento que hay que ir repitiendo con el tiempo.
– Botox:
Se inyecta la toxina botulínica en zonas exactas del cuerpo para tratarlo de la manera más eficaz. Bloquea temporalmente los nervios que causan sudoración. El efecto dura hasta 12 meses y, luego, se debe repetir el tratamiento.