Por fin ha llegado la primavera y ¡nos encanta! el tiempo mejora y tenemos días más calurosos. Esto hace que cambiamos nuestro vestuario y comencemos a utilizar ropa más ligera, sustituyendo las botas por otro calzado que permita a nuestros pies transpirar mejor e incluso llevarlos al aire.
Llevamos muchos meses protegiéndolos con calcetines y calzado de abrigo. Ahora nos toca empezar a cuidarlos de manera especial para poder lucirlos bonitos a la par que saludables. Un hecho tan simple cómo el cambio de calzado repercute directamente en la salud de nuestros pies por lo que es imprescindible darles el cuidado que precisan. Por eso os dejamos a continuación una serie de consejos a tener en cuenta.
Lo primero y más importante es elegir bien el calzado:
En primavera los días pueden ser muy cambiantes por lo que los días calurosos elegiremos un calzado que deje nuestros pies al aire, los lluviosos los protegeremos del agua y cuando haga más frío deberemos abrigarlos.
-El calzado tiene que ser flexible para evitar rozaduras y ampollas.
-Transpirable para evitar el calor en exceso.
– Es mejor una horma con un ancho que sea adaptado a nuestro pie para no sentir ninguna presión.
-Si vamos a llevar zapatos abiertos hay que asegurarse de que el pie está bien sujeto para evitar torceduras.
Otro punto muy importante es acudir al podólogo. Es muy probable que durante el invierno hayamos descuidado el mantenimiento de nuestros pies y no hayamos acudido de una manera continuada a nuestro podólogo. La primavera es la época perfecta para acudir a un experto a que revise nuestros pies.
-Nuestras uñas deberán estar cortadas de manera adecuada para evitar la molesta uña encarnada.
-Deberemos eliminar las durezas que hayan podido aparecer en la planta de nuestros pies.
-Tenemos que prestar atención a esos juanetes que pueden estar generándonos malestar.
-Otra de nuestras recomendaciones es realizar un estudio biomecánico de la pisada por si fuera necesario corregir alguna lesión o mala pisada mediante el uso de plantillas personalizadas.
Por último, pero no menos importante, es vital ejercitar los pies ya que con el buen tiempo podemos aprovechar para andar descalzos por la arena de la playa o por un césped bien cuidado. Esta es una de las mejores prácticas para tonificar todos los músculos del pie a la vez que favorecemos la circulación.
Además de seguir nuestros consejos si quieres comenzar a cuidar tus pies y darle una buena puesta a punto no dudes en ponerte en contacto con el centro podológico Goitia dónde estaremos encantados de ayudarte.
¡Ya solo nos queda disfrutar de esta maravillosa estación!