Se tratan de dispositivos o protectores elaborados de manera manual y artesanal en la consulta podológica obteniendo así la forma deseada que se adapte a la anatomía y necesidades del paciente.
Con ellas se consigue la prevención y corrección de ciertas patologías y según su función se dividen en diferentes grupos.
A continuación os los describimos:
- Paliativas, para evitar el roce y la presión del y así la posible aparición de callos, durezas, eczema…
- Correctivas, para corregir deformidades y así evitar una cirugía, como pueden ser juanetes o la alineación en los dedos de garra. Indicadas en pacientes no muy mayores y con alteraciones reductibles (no rígidas).
- Protectoras, cuando la deformidad no puede corregirse como por ejemplo la amputación de un dedo del pie.
- Interdigitales, más conocida como separadores interdigitales. Se colocan entre los dedos para evitar el roce entre ellos y la aparición de rozaduras y callosidades.
- De descarga, para pacientes que necesitan un cambio en la posición de los dedos para disminuir el dolor. Suelen ser personas diabéticas, con problemas circulatorios o de edad avanzada.
Consejos de uso:
- Usar solo durante el día y quitarlas al dormir.
- Utilizarlas en calzado cómodo, flexible, de horma ancha que sujete bien el pie y no lo oprima.
- Llevarlas con calcetines o medias.
- Lavarlas con jabón neutro y secarlas con toallas de algodón.
- No someterlas a temperaturas altas o bajas ya que se pueden deteriorar.
- Guardar en una bolsita con polvos de talco.
- Si comienzan a aparecer heridas o rozaduras hay que dejar de usarlas y acudir al profesional para su revisión.
- Acudir a revisiones periódicas para ver la evolución del pie.
- Suelen durar más o menos un año.
Si tenéis alguna duda sobre vuestro caso particular no dudéis en poneros en contacto con nosotras para poder aconsejaros sobre la mejor opción.